Fiestas

Fiestas

de Santigo Apostol y San Bartolomé

La celebración de las Fiestas Patronales en Honor a los Apóstoles Santiago y San Bartolomé en Tunte – San Bartolomé de Tirajana constituyen un elemento lúdico festivo, cultural y de formación transversal ya que se vincula con múltiples dimensiones: cívica-social, moral, religiosa-espiritual, tradicional, intercultural, deportiva, participativa, de incentivo en valores sociales y de compromiso comunitario, que se celebran durante 10 días cada año en los meses de Julio y Agosto.

 

San
Bartolomé

Antecedes

“Tunte”, capital administrativa del municipio desde 1813, es un topónimo de origen bereber “el lugar de los canarios”, que se remonta al asentamiento de un poblado aborigen y lugar en el que se ubican, tras la conquista, diversos pobladores de origen hispánico. “Tunte” conservó el nombre y se convirtió en la capital de la comarca de Las Tirajanas -San Bartolomé y Santa Lucía-.

Se sitúa a los pies de los Morros del Pinar y junto al cauce del Barranco de Tirajana, a 890 m. de altitud. Su privilegiada posición en el centro de la Caldera de Tirajana la convirtió en centro de las comunicaciones entre norte y sur de Gran Canaria. En su casco urbano, se mezclan estilos arquitectónicos de viviendas prehispánicas con modernos edificios públicos como el ayuntamiento, o con edificios tradicionales como la Iglesia de San Bartolomé.

El templo presenta elementos neoclásicos con aportaciones de la arquitectura popular canaria, en la que abunda la tea (Pinus Canariensis) de los bosques cercanos. Su fachada presenta un campanario en forma de espadaña y tres ventanas en arco de medio punto en cantería labrada sin decoración, que superan las tres puertas dinteladas bajo arcos curvilíneos. Encuadrada en un gótico tardío. La iglesia se encuentra bajo la advocación al santopatrono San Bartolomé, siendo su copatrono Santiago Apóstol.

 

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La Iglesia

de San Bartolomé de Tirajana

La iglesia de San Bartolomé de Tirajana se encuentra situada en el casco de Tunte. Orientada de Poniente a Levante, es de estilo mudéjar, con una fachada compuesta por tres cuerpos, siendo el central más elevado. Sobresale su espadaña germinada, que alberga el campanario compuesto por dos campanas y el reloj. Adornada con piedra de cantería local, esta iglesia sustituyó a la primigenia a en el siglo XIX.

El interior es de planta basilical con tres naves, separadas por columnas de estilo toscano y realizadas en cantería local, las cuales sujetan las arcadas que sirven a su vez de sostén para el 16 techo a dos aguas, realizado en madera y de estilo mudéjar. Las vidrieras representan a los santos patrones de diversas iglesias colindantes. Bajo el suelo de loza se encuentra el piso primitivo del baptisterio de piedra de cantería azul de Arucas. El resto del templo era de mármol blanco de Carrara.

La nave de la Epístola a la izquierda y la del Evangelio a la derecha, están presididas respectivamente por la imagen del Apóstol Santiago “El Grande”, obra del escultor barcelonés Francisco Vila (1903), y por el Sagrario, que tiene a su derecha la imagen de Nuestra Señora del Rosario, del siglo XIX. Las imágenes de San Sebastián y San Bartolomé son atribuidas al taller del imaginero canario José Luján Pérez. El altar mayor está presidido por la imagen de San Bartolomé, a su derecha la imagen de la Virgen de la Inmaculada y a su izquierda la talla de San José. El cuadro de Ánimas es un óleo anónimo de grandes dimensiones del siglo XVII.

La pieza más antigua es la talla de madera de Santiago “el del Pinar”o “El Chico” o –ya que su enclave primitivo era la Ermita del Pinar-, de finales del siglo XV y de autor anónimo; una escultura de bulto redondo policromada y dorada, con carnaciones en el rostro. Su indumentaria es de soldado montado a caballo, 17 portando en la mano derecha una espada al alza y un moro vencido bajo sus patas. Su primitivismo se observa sobre todo en el codo de uno de sus brazos, que aparece esculpido al revés, respetando el escultor la constitución de la ramificación del árbol en que fue tallado. Mide aproximadamente 70 cm. y fue restaurada en el año 2004 por el Taller de Restauración del Cabildo de Gran Canaria.

La iglesia se encuentra bajo la advocación al santo-patrono San Bartolomé, y su historia se remonta a los tiempos de la conquista castellana, cuando el capitán Hernández Cabrón, tras haber sufrido una gran derrota a manos de los aborígenes de esta zona cumbrera, el 24 de agosto de 1479, (festividad de San Bartolomé), promete al Santo erigirle una iglesia en este lugar si intercede a su favor a la hora de conquistar estas tierras. La primera edificación es de finales del siglo XV de tierra y barro.

Las Fiestas
en Honor al
Apóstol Santiago

Ruinas De La Ermita Del Pinar de Santiago

Estas ruinas se localizan en el “Lomito de Santiago”, “Pinar de Santiago”, en la carretera que conduce hasta el barrio de Cercados de Araña y Presa de Chira. Los restos de la ermita se limitan a una superficie cuadrada con piedra en capas inferiores y cemento en la superficie. La construcción original era de piedra y barro con una puerta y techos de madera y teja. La última ermita permaneció en pie hasta mediados del siglo XX (1957) y su planta era rectangular con puerta al noroeste.

“Ya en 1543 debía haber pasado mucho tiempo de la construcción de la Ermita, puesto que el sitio donde estaba ubicada recibía el nombre del Valle de Santiago, y allí estaba ubicada 1 de las 3 iglesias o ermitas antiguas de “Los Tirajanas”, la de Santiago del Pinar, en el Lomito de Santiago.
Dicha Ermita tiene origen de ensueño porque así lo contaban los mayores. Decían que allá, en tiempos remotos se hallaban unos marineros gallegos navegando pacíficamente en las aguas del Sur de Gran Canaria, cuando de pronto y sin esperarlo, se vieron sorprendidos en medio de una horrible tormenta. Al verse sin esperanza en lo humano, acuden a lo divino. Le piden al Santiago que llevan en su nave, y prometen hacerle una ermita en las primeras tierras que vieran sus ojos si logran sobrevivir. Rezarle al Apóstol y cesar la tormenta, todo fue uno. Y ante sus ojos de asombro se presentan cual visión de Navidad las risueñas y azules cumbre de Las Tirajanas. Inmediatamente los devotos marinos se dirigen a tierra; desembarcan por Arguineguín, la Bahía de Santa Agueda, y con la imagen de Santiago al hombro emprenden el viaje de la promesa. Es la primera procesión, por el camino primitivo, suben por Cercados de Espino, los Lomos de Pedro Afonso, Chira, Los Cercados de Araña, se encarnan por los Canalizos, y finalmente descansan en el Lomito de Santiago, en el Valle de la Plata. Y allí construyendo una ermita, dejan la imagen de Santiago (El Chico) y emprenden el viaje de retorno.

Las otras Ermitas de Los Tirajanas estaban en Tunte y Santa Lucia. En 1814 se segrega la Parroquia de Santa Lucia, hasta entonces unida en San Bartolomé de Tirajana.

Y allí se celebran las fiestas en honor al Apóstol Santiago cada año con gente venida de toda la isla. En el Lomito de Santiago se veneró y permaneció la imagen de “Santiago el Chico” hasta el 16 de septiembre de 1849 en que, por Orden del Obispo Buenaventura Codina, fue trasladada a la Iglesia de San Bartolomé de Tirajana, en Tunte.

Esta imagen de Santiago se venera hoy en la Parroquia de San Bartolomé de Tirajana, siendo copatrono de la misma. El traslado se produjo en 1850 cuando el Obispo Codina mandó al párroco a custodiar la ermita aludiendo al mal comportamiento de los fieles –se mencionan bacanales, fiestas paganas y entradas a 32 lomos de las bestias-, aunque se cree que el verdadero motivo fue económico, ya que las arcas del Apóstol siempre fueron generosas y en la ermita el control era difícil y el saqueo muy frecuente.

Junto a la ermita, hasta bien avanzado el siglo XIX, existió un hermoso ejemplar de pino canario, a cuya sombra se acogían los romeros en los días de calor. Si bien los restos de la ermita son escasos, la visita merece la pena ya que esta se encuentra en medio de un área recreativa rodeada de pinares. Las vistas panorámicas son espléndidas”.

En el municipio de la Villa de San Bartolomé de Tirajana sobresalen las fiestas principales por su convocatoria de público, pero existen fiestas en muchos pagos y barrios que cuentan con mucho arraigo y tradición.

Destacan las Fiestas de Santiago Apóstol, en Tunte. 25 julio, de especial significación cuando coincide con Año Santo Jacobeo. Por su contenido etnográfico, festivo, tradicional y cultural, destacamos también la Romería de Santiago el Chico, Tenderetunte -acto de convivencia popular para exaltar las costumbres de Tunte y la identidad del pueblo canario-, y la Feria de Ganado.

 

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